domingo, 8 de marzo de 2015

Isla de la Reunión. Capítulo 15. El día de la mujer

Hoy es el día de la mujer. La propietaria del hotel me ha llevado a un polideportivo, donde había muchas actividades: diversas clases de danza, tai chi, clases de defensa personal, etc.,  todo ello, por y para las mujeres. Hubo incluso, un discurso a todas luces de una política local. No se me despistan, tienen "un no sé qué" que se los distingue en cualquier país.

Las agujas del reloj, están cansadas. La lluvia ha caído sin piedad toda la noche y toda la mañana. Cuando finalmente el cielo se secó, los obreros debieron desatascar los desagües y la gente "se tiró a la calle"

He comido en un chiringuito de playa. Me he despachado con una proteína de pobre con patatas fritas. El húmedo aire calentoso movía humedades de agua, la mesa cojeaba y la multitud multicolor, hacía pasillo, arrimándose a los pollos fritos, en mesas alineadas.

Los ríos torrenciales, traen el agua de las montañas y la entregan al mar. La pedregosa orilla, de prohibido baño, besa las enturbiadas olas. Es "el momento tiburón" y lo será aún más cuando el vago sol de la jornada, lleve su luz al oeste. Si alguien quiere ser comido por un escualo, este es el mejor instante para ello.

Una amiga ha escrito en su blog, "Lee un libro o acuéstate con alguien que haya leído al menos uno". Yo añado, que viajando se aprende y se aprende mucho, pero sesteare la siesta, con un e book.

He aprendido que la Reunión tiene 800,000 habitantes y que cada año, tiene 10,000 más. Que los habitantes procedentes de Mauricio, de Mayotte y de algún otro origen más, son los que más se reproducen, lo que les permite acceder a mayores ayudas sociales..

He sabido, que la población de Saint Joseph, es mayoritariamente blanca, porque Napoleón abolió la esclavitud y para acallar las protestas de las clase baja francesa, que no quería mezclarse con los esclavos, les otorgó terrenos en lo que hoy constituye esa ciudad.

Me han dicho, que el pueblo llano es muy tradicional y creyente y me pregunto qué pensará, cuando oiga las frases de nuestro Pontífice. Porque cómo remueve conciencias, cómo destruye viejos mitos y cómo se conecta con la gente de nuestro siglo.

He comprobado, que aquí, como en todas partes del mundo, hay toda clase de personas, pecados, ansiedades y pasiones humanas. Pero que este es un pueblo pacífico, llano y sin dobleces, dispuesto a enseñar la dentadura de la risa, sin malas historias ni complicaciones.

Eso sí, como en otras partes, los más jóvenes y los más oscuros, se empeñan en lucir el peinado más raro, y las cadenas, los pendientes y los atavíos más llamativos.  

Y he visto, que Saint Denis, honra con estatuas a sus personalidades más ilustres, como puede verse en los colores del día.

Y he sabido, que en la última gran erupción del volcán, un río de lava se desvió de su curso previsible e invadió una zona poblada, parándose , milagrosamente o no, en la Iglesia de Sainte Rose, que ha sido rebautizada, como la Iglesia de la Virgen de la Lava































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