lunes, 26 de octubre de 2015

Australia. Capítulo 5. Ocho patas

Recuerdo la canción "Los pajaritos", de Maria Jesús y su acordeón. Aquí la tarareo sustituyendo los pajaritos por las arañitas.

¡No es para menos!

Ya había leído los peligros de este continente. Sabía de sus serpientes, sus cocodrilos y sus tiburones, pero no prestaba atención a un riesgo similar, pero si de tamaño más reducido.

La araña embudo y la araña negra de dorso rojo, son dos arañas de picadura mortal. Afortunadamente, hace unos años, se obtuvieron sus correspondientes antídotos.

He leído, que en estas fechas, los machos de estas especies de araña, andan errantes, buscando a las hembras para hablarles de amor.

Parece que en estos momentos de primavera, los machos se tornan más agresivos por sus peleas y de paso, más peligrosos para las personas.

Es lógico que este comportamiento, sea una constante en la mayoría de las especies animales, pero nunca se me había ocurrido que hubiera una suerte de "Berrea de las 8 patas" 

A lo largo de mis experiencias Helpx, he debido "torear" en diversas plazas de la vida. En Rusia y en la Isla de la Reunión, me tocó ser usuario de un "inodoro ecológico".

Dicho así, parece una toilette homologada por Greenpeace,  muy respetuosa con el medio ambiente, pero no es más que un "cagadero", en seco, donde el papel higiénico y el serrín, son las principales "armas de higiene masiva"

En Rusia, mi temor era que el artilugio, con vistas al precioso bosque otoñal, fuera avistado por uno de los numerosos osos de las montañas de Asia donde me encontraba. lo que afortunadamente, nunca sucedió.

En la Isla de la Reunión, el peligro real, muy presente y muy molesto, era la presencia activa y de qué manera, de los mosquitos tigre.

En Australia, existe igualmente este sistema, aunque afortunadamente, no es el caso en el agreste y seco lugar donde me encuentro. Aquí, los bichos, no tienen la oportunidad de pillarme practicando un fétido e intimo gerundio, que nadie se libra de conjugar.

En este lugar, el riesgo, no es un oso, ni un mosquito con mala uva, sino la araña negra de dorso rojo con "mala seda"

Incluyo en este artículo, una representación de una de estas toilettes (en francés suena más refinado), con la mortal araña. 

Hay en la finca una de estas construcciones, que actualmente, sirve para acumular trastos, por lo que puede ser un nido de bichos australianos.

Aún no he visto canguros, pero sí cacatúas (cockatoa). Unas grises, con plumas  interiores de las alas rosáceas, ruidosas ellas cantando una especie de "te-lo-digo-yo". Otras, enteramente negras, salvo las rojas plumas internas de las alas o absolutamente blancas.

Pero si he visto una gran araña de cerca. Había podado una palmera y al acariciar su tronco para comprobar el trabajo, detuve en seco mi movimiento. Ya había tenido un susto minutos antes, pero esta vez, era una grande, peluda, fuerte y parda araña.

Debía ser mala. Estaba quieta, esperando su oportunidad, como si meditara el crimen al ver una pieza.

La fotografié para el recuerdo, usando un teleobjetivo y tentado estuve de usar un macro, para sacarla en su máximo esplendor.

Pero recordé lo que me decía mi padre: 

"Antes morir que perder la vida" o
"Siendo prudente, se muere menos"

Ayer, cuando Oro Ardiente se marchó a iluminar España, llegó la Gran Dama de Plata, llena redonda y hermosa.

Recordé que es mes anterior, había sido rojiza y se la denominó:

"Luna de Sangre"

Ambas luces nos iluminaron, mientras recorríamos la finca, comprobando el estado de las cercas y abriendo puertas, para que el ganado pastara en zonas con más hierba. 

Lo importante para mí, era que estos astros, serían vistos por mi familia en pocas horas,sirviéndome de nostalgia y elevación de sentimientos 

Llevamos al ganado melaza, un oscuro y pegagoso subproducto de la fabricación de azúcar, para mejorar su nutrición

Les habíamos tocado los huevos a las gallinas. Por segundo día consecutivo, metiendo la mano bajo una de ellas, para recuperar los ya puestos en el nido

Al pasar por varios cauces de ríos y arroyos torrenciales, el vehículo sufría con los grandes cantos rodados del camino. 

Empleaba mis dos manos, para evitar que los huevos se rompieran y sin poder sujetarme, salté varias veces, dándome con la cabeza en el techo.

Cumplida con éxito la misión, miré al fondo del todo-terreno, por si se me había caído el hígado o un riñón, pero todo estaba en orden.

La casa no tiene concesiones a la decoración. Todo es útil, salvo las fotos de familia,.

Los muebles, tienen el polvo de la historia vivida, donde el frenético quehacer diario, no permite otra cosa.

Algunas sedas de los "Ocho patas", "protegen" los libros de los " Seis patas"

Echo de menos la fruta. Me comería un kg diario, pero como ocurre en casi todo el mundo, menos al parecer en España. la gente no disfruta el placer de la vitamina de variado y jugoso yantar.

Un árbol de mango, se yergue hermoso en la propiedad, pero ironía del destino, no estamos en la temporada y no puedo atracarme de fruta a su preciada sombra.

La noche cayó repentinamente. Encendí el teléfono en la negritud total y una pléyade de mariposillas y pequeños insectos, acudieron a mi cara. 

Un bichejo osó adentrarse en mis fosas nasales.  Falleció violentamente por urgente e ineludible aplastamiento por mi parte.

Sonrío, al recordar un gracioso chascarrillo:

"Cuando se te posa una moscarda en los testículos, te das cuenta, que la violencia no es siempre la mejor solución"

Estoy convencido de que la lagartona que pulula por mi dormitorio, caza muchos insectos y está suficientemente alimentada.

 Hube de "trabajar mis comunicaciones", cubierto por la sábana superior.

No recuerdo más del momento. Amanecí con el teléfono en mi pecho.

Eran las 6 de la mañana. Muy tarde, pues debía cumplir mi tarea, antes de que España me enviase de nuevo, las tórridas dagas del dorado sol.

Paseé el viejo caballo, por el blandito verde del camino. 

Las casas colindantes, no todas habitadas, tenían un pequeño buzón de correos en el que podría caber el sello, pero difícilmente, el sobre.

Por lo que veo, los buzones no están homologados como en Francia o en los Estados Unidos, por ejemplo.

Lo digo, porque en una de las casas, han hecho honor al viejo refrán español de 

"Caballo grande, ande o no ande". 

El buzón, es un barril de unos 200 litros de capacidad, con su dirección postal y una puerta haciendo juego.

Tal parece, que su propietario, no recibe sólo cartas, sino paquetes o vete a saber, si hasta sacos de pienso, El lector tendrá ocasión de comprobar esta afirmación en las fotos de este reportaje.

Entre ellas, hay una foto de mi sombra, esta vez, acompañada por la del caballo. Ya viene siendo habitual, dejar testimonio de mi buena sombra, en todos los lugares que visito

                              Hay un huevo de plástico para estimular la puesta en el nido
                                                                Palmera podada

                                                          Mi susto de 8 patas

                                                            Cargando melaza


                                                  ¿Buzón pensando en Santa Klaus?
                                                         Buzón de bolsillo

                                                          Carretera sin salida

                                                           "Sombras viejas"
                                                      The dog beisbol player
                                          Servilletero simulando viejo retrete ecológico
                                      Con frecuencia, tenían arañas negras de dorso rojo
Mal bicho
                                  Antiguo retrete reconvertido en almacén de jardinero



2 comentarios:

  1. Hola Miguel. He vuelto a retomar tu blog, que había abandonado hace unas semanas, y ya he llegado hasta aquí. A la noche espero alcanzarte en tiempo real. Enhotabuena por todo lo que estás viviendo.Un fuerte abrazo.

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  2. Hola corto_maltes,
    Espero que tu jubilación vaya viento en popa a toda vela y nunca mejor dcho.
    Gracias por tu apoyo y seguimiento del blog. Me gusta que lean mis artículos. Vaya faena me hizo Manuel cuando me dijo que iniciara un blog como tú. Ahora estoy enganchado y comprobar la audiencia es una tiranía.
    Un abrazo desde tierras ya conocidas por tí.
    Miguel

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