sábado, 16 de mayo de 2015

El estanque de mi casa

Dos camelios, posan como centinelas, junto a un gran ventanal de casa.

Numerosas margaritas, florean de blanco el césped del jardín.

Al fondo, un estanque contiene el "agua de ranas", donde centenares de renacuajos, cabecean entre una maraña de plantas acuáticas.

No son sus únicos moradores. Los hijos de sapos, también están; así como, las asesinas larvas de líbélulas, las pulgas de agua y los tritones.

Algo más allá, una roca rompe la línea del jardín, entre hortensias, cuyas flores, aún no han reventado en color.

Un mirlo se baña en el estanque, liberando pequeños parásitos en el agua. 

Un petirrojo mira con curiosidad y prevención, esperando su turno de baño. 

Mientras, un jilguero canta, al pasear sus colores por las ramillas del gingko, a la par que lanza sus trinos.

El tulípero de Virginia, parece llorar la rama que le robó el viento. Decenas de sus flores, añaden su color vainilla al verde de sus hojas.

Pienso que mi pequeño paraíso, es hermoso y lleno de vida. 

No persigo los pájaros, ni las mariposas del jardín. Simplemente, les proporciono protección, agua y comida.

Es el viejo refrán, de que se cazan más moscas con miel que con hiel.

Si nos rigiéramos por los refranes, viviríamos mejor, pues son la experiencia de vida;
la expresión de la sabiduría popular, llenas de sentido común, tamizados por el tiempo y la historia.











   

No hay comentarios:

Publicar un comentario