jueves, 5 de noviembre de 2015

Australia. Capítulo 17. Vinos y rosas

La tarde siguió llorando. Me puse el poncho impermeable y me fui a un vivero con Kate.

Identifiqué muchas plantas, como camelias, hortensias, azaleas y rododendros, todas tierras ácidas, húmedas y sombrías, por lo que no juzgué las más apropiadas para este clima.

No faltaban jazmines, clavelinas, geranios, capuchinos, cinereas, hibiscus y  tantas otras presentes en la España de la luz y el calor. Sin embargo, no vi la Cestrum nocturna o dama de noche, tan perfumada y seductora en las oscuridades del Levante y Andalucía.

A estas plantas conocidas, se unián las gardenias, los callistemuns y una planta que como siempre da flores, la denominan "Yesterday, Today and Tomorow"

Tras impregnar mis retinas y mi pituitaria de olor y belleza, nos trasladamos a otro lugar.

Parecía que no estábamos suficientemente húmedos bajo la lluvia y fuimos a por 6 botellas de pecado en forma de vino español.

Esta debe ser tierra de borrachucos o amantes del placer de una buena mesa. 
No tendría otra explicación.

En una población pequeña como Coffs Harbour, había un enorme establecimiento dedicado a la venta de alcohol, procedente de todos los países del mundo.

Vinos, cervezas, licores,... cualquier bebida de cualquier mundo, tenía allí su rincón de venta.

Naturalmente, hice una parada en los vinos de España y vi marcas conocidas.
Algunas etiquetas, representaban los típicos tópicos españoles y no dejaron de sorprenderme.

Pero fue un vino argentino, el que tenía la etiqueta más chocante. No haré comentarios al respecto.
El lector verá la foto por sí mismo y sabrá sonreír.

A la salida, me interceptó una empleada del establecimiento. Al comprender que era español, tuvo gran interés en conocerme, pues había vivido en Valencia dos años.

Mi sino como español en Australia, es ser por lo exótico, como un largo y pelirrojo escocés, que antaño se hiciera famoso en la feria de Sevilla, vestido con su típica falda.

Fuera, un deportista improvisado, hacía gimnasia con un barril de cerveza. Lo levantaba, avanzaba un paso, ponía casi rodilla en tierra, volvía a elevarse y repetía la operación, 

Para que luego digan, que el alcohol es malo para la salud

 He aquí el testimonio gráfico del tiempo de vinos

































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