miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cuatro patas

Tuve pasión por los animales desde pequeño. Ya me referí a ello en mi articulo "Los bichos y yo"

Pero hoy, deseo hablar específicamente de mis experiencias personales con perros:

 "Los cuatro patas"

Una joven española, tan guapa como inteligente y un expediente académico muy brillante, abandonó su espléndido futuro profesional, por un desengaño.

Recorre frenéticamente el mundo, sumergida de lleno en el ambiente  Helpx,

Me contó que permaneció sola en una casa de una europea en las islas Seychelles.
Su misión, consistía en cuidar de sus perros, mientras esta se daba un paseo por Europa.

Meses más tarde y "con un par", vivió en una choza, en una aldea keniata. Al parecer, los perros y los gatos, eran muy apreciados, pues detectaban la entrada de serpientes en las viviendas.

Pensé entonces en los perros que he conocido y que podía escribir un artículo interés, para quienes aman estos animales.

Mis padres me permitieron tener en casa, pájaros, palomas, gusanos de seda, conejos, insectos, ranas, e incluso un corderito; eso sí, por un tiempo limitado.

Una vez, rechazaron con contundencia, una culebrilla de agua que había capturado en un arroyo. 

Nunca me dejaron tener peces, por si acaso tuvieran razón los que les conferían mala suerte y por razones sanitarias, no me permitieron tener ni un gato ni un perro.

Mi primer perro, fue en Mauritania, cuando vivía solo y ya era autónomo. Era un chucho llamado Dingo.

Pronto se le añadiría un pastor alemán llamado Indio y una caniche llamada Laika.

De vuelta a España y otra vez en casa de mis padres, cedí los perros a otros europeos residentes en Mauritania.

Ya casado y con mi propio hogar, tuvimos un bóxer leonado llamado Teacher y una perrita yorshire llamada Gina.

Nunca más tuve perros propios, si bien, como "daños colaterales", disfruto de la puntual compañía de una perra que trae mi hijo menor; Nela, una casi pointer adoptada.

Cuando he viajado a casa de mis amigos franceses, a lo largo de los años, me he visto inmerso en un mundo perruno donde estos animales, eran tratados como personas. 

Lo mismo ingerían su comida, como probaban, con mi disconformidad, pâtés, foiegras, quesos, jamón serrano y no sigo.

Así, he compartido amistad y mantel, con la compañía de grandes perros de raza beauceron y como última adquisición, un gigantesco leonberguer llamado Varanne. 

Este, planta su enorme cabeza de varios kilos sobre la esquina de la mesa y no cesa de tragar lo que sea menester, pareciendo sus fauces un gran buzón de correos.

Respecto a mi experiencia perruna como helper, esta es bastante importante.

En todos los lugares donde he estado, tenían perros.

A mi ya larga experiencia como helper, estuve tentado de ir a un circo escocés con perros y caballos amaestrados, a una mansión en una isla noruega, al cuidado de 5 enormes leonbergers y a una base de entrenamientos de perros esquimales para trineos.

Aunque en esta etapa de jubilación esté ávido de experiencias y me interesen vivencias para mis artículos soy ya consciente de mis limitaciones físicas

Con mi perro Dingo. Nouadhibou, Mauritania, 1972
Con Estocolmo, campeón la raza caniche. Cantabria, 2013
 Con el perro de Rachel Grénon.Québec, 2013
Magnífico ejemplar muy dotado para el salto


Con el perro de un alfarero. Quebec. Canadá 2013
                                  Con la perra Quinoa, De Julia Richmond.
                                               Marston, Québec, Canadá. 2013


                         Con los "Tres Tenores" de Kathe y Dave. Compton. Canadá, 2013





  Los perros de Verónika Basilieva, Rusia, 2014


En Bulburin. Queensland. Australia. 2015
En casa de Jo y Darrel Hoft
5 perros pastores muy bien entrenados









Los perros Zan y Zimba,
"Crestados rodesianos o Rodhesian Ridgeback
De Kate y Wilson Dale. Coffs Harbour
NWS, Australia, 2015
Destacan por su fuerza, agilidad y nobleza



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