viernes, 19 de junio de 2015

Tetas, justicia y libertad

La libertad es la poesía de la vida.

Ser libre, es surcar los cielos, pisar las tierras y nadar los mares; amar  sin trabas ni limitaciones; pensar, decir y hacer sin restricciones.

Ser libre, es decidir, pero exige responsabilidad.

La libertad sin respeto a los demás, es libertinaje y un libertino es un liberticida.

Hay quien enseña las tetas por el mundo, reivindicando cualquier cosa. Eso es más o menos opinable.

Unos pechos bonitos de mujer, pueden ser sublimes, para quienes amamos la belleza en cualquiera de sus manifestaciones.

Una demostración de femineidad y exuberancia en los grandiosos horizontes de la naturaleza, es un bello ejemplo de exotismo, sensualidad y embrujo, en el juego de la atracción del hombre.

Pocas cosas son tan hermosas, como las escenas de amamantamiento de los bebés. Son demostraciones de generosidad, amor y ternura del ser humano.

Lucir la desnudez del cuerpo, es una forma de libertad, despojada de cualquier tipo de artificio y muchas personas son adictas a ello,... en los campos de nudistas.

He vivido muchos calendarios; he visto muchos paisajes y conocido millares de personas en el mundo.

He vivido muchas experiencias en la vida y aprendido cómo somos los seres humanos.

Peino muchas canas y no me sobra demasiado tiempo, para perderle estúpidamente.

A mis años, no me duelen prendas, para decir las cosas por su nombre:

Mostrar unas tetas poco agradables de ver, será muy libre y muy natural, pero es una demostración de mal gusto que puede evitarse.

Mostrar la desnudez en sitios inapropiados para ello, es inoportuno y una falta de respeto hacia los demás.

Ejercer la violencia en desnudez, es un atentado contra la libertad ajena.

Blasfemar o profanar los símbolos religiosos, son graves ofensas para los creyentes

Entrar desnudo en un recinto sagrado, donde los seres humanos profesan su religión, con recogimiento, fe y devoción:

"No es el ejercicio del derecho a la libertad de expresión"

"Es una vergüenza indigna de una sociedad civilizada"

"Es la profanación de un lugar sagrado"

"Es un delito que debe ser castigado"

"Es un liberticidio, que roba la poesía a la vida"

Que una "niñata" delinca en una iglesia, es un hecho penoso.

Que una Alcalde y jurista de "supuesto prestigio", justifique el hecho como un "acto de libertad de expresión", es una grave declaración  que muestra el lado rastrero de la política.

Si los intereses políticos justifican cualquier cosa, la libertad se pierde, la convivencia se degrada y la dignidad  humana y de la sociedad se van por las alcantarillas de la miseria.
















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