domingo, 11 de enero de 2015

Al- Báytar

En 1822 nacía Louis Pasteur y José de San Martín  se entrevistaba con Simón Bolívar en Guayaquil, para negociar su unión militar en su lucha por la independencia de España. El 12 de enero de ese año, el Tribunal del Real Proto Albeiterato, presidido por Segismundo Malats, responsable de las caballerizas del Rey Fernando VII y más tarde, fundador de la profesión Veterinaria en España, firmaba el título de Herrador y Albéitar a D. Miguel González Cañizal, con el siguiente texto:

Nos Don Segismundo Malats, Don José María Montero y Don José Victoriano Montero, Mariscales de número  de las Reales Caballerizas del Rey nuestro señor; Alcaldes mayores, Examinadores en todos sus Reinos y Señoríos de los albéitares y Herradores á VV. EE. y VV. SS hacemos saber cómo Don Miguel González Cañizal, natural Tamames Provincia Salamanca, estatura cinco pies escasos pelo castaño, presentó á este Tribunal los documentos competentes para que ante la misma, fuese examinado, y habiendo remitido las Diligencias á este Tribunal las aprobamos y acordamos expedirle título de Herrador y Albéitar al mencionado Don Miguel González Cañizal para que libremente y sin incurrir en pena alguna use y ejerza dicho arte y facultad de Herrador y Albéitar en los casos á él tocantes en la Corte, Ciudades, Villas y demás pueblos del Reyno, poner tienda pública con oficiales y aprendices; habiendo prestado juramento de usar bien y fielmente su profesión. Por tanto de parte del Rey nuestro Señor exhortamos á VV. EE. y VV. SS. le dejen y consientan usarla, sin ponerle impedimento alguno, ni permitir que sobre ello sea molestado bajo las penas que incurren los que se abrogan jurisdicción que no tienen, y de las demás á que se hagan acreedores; antes le guarden y hagan guardar todas las honras, gracias, mercedes, franquezas, libertades, prerrogativas é inmunidades que á semejantes maestros suelen y deben ser guardadas, haciendo se le paguen los derechos y demás que por razón de su oficio le fueran debidos. Y declaramos que el referido ha pagado á S. M. el derecho de Media – anata. Dado y sellado con el sello Real y el del Tribunal en Madrid á trece días de Abril de mil ochocientos veinte y cinco. Prebiniéndose que fue aprobado en 12 de Enero de 1822 y ahora  se le revalida el título en virtud de lo mandado por S.M.

No tengo más información de mi tatarabuelo, pero la tradición oral transmitida de padre a hijo, es que ua profesión gremial prácticamente hereditaria y que probablemente, no fue el primer albéitar de la familia, pero ello queda en la duda del tiempo oscuro. Lo que sí es seguro es que ejerció la profesión en Tamames de la Sierra, en Salamanca.
Dos años después de su titulación como albéitar, mientras templara a golpes las herraduras en su forja, sonaba por primera vez, para el auditorio musical, los sones de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beetthoven.
Treinta y un años después, en 1853, Argentina aprobaba su Constitución Nacional, sonaba por primera vez la Traviata de Verdi y nacían Cecil John Rhodes, que daría nombre a Rhodesia, la actual Zimbabwe y el político español Antonio Maura. Ese mismo año, Leandro del Valle y del Río, mi bisabuelo, yerno de Miguel González Cañizal, obtenía el título de Profesor Veterinario de Primera Clase en la Escuela Superior de la Corte. Lo firmaba el Ministro de Fomento, en Aranjuez, en nombre de S. M. la Reina Isabel II de España.  Leandro era natural de Guarrate, Zamora, pero ejerció posteriormente su profesión en Tamames de la Sierra, en Salamanca.

En el año 1901 nacía Joaquín Rodrigo, el autor del Concierto de Aranjuez, fallecían la Reina Victoria de Inglaterra y el compositor Verdi. También, el 27 de julio de 1901, Miguel del Valle y González, natural de Tamames de la Sierra, mi abuelo, obtenía el título de Veterinario, que firmaría el Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, de orden de S.M. EL REY, y en su nombre, LA REINA REGENTE DEL REINO.
No tuve el privilegio de conocerle, pues murió pocos meses antes de nacer yo. Sé que también ejerció la noble profesión de Veterinario, en Tamames de la Sierra. Atendía 14 pueblos de la zona, desplazándose a caballo, acompañado de un perro mastín llamado Lenin. Sacó adelante a 7 hijos y uno de ellos, Leandro, mi padre, sintió la llamada de la profesión Veterinaria.

En 1941, un tremendo incendio, arrasó el centro de Santander; la Alemania nazi invadió Rusia; Roosevelt autorizó el desarrollo y la construcción de la bomba atómica y fallecieron  Alfonso XIII,  Rabindranath Tagore y el Kaiser Guillermo II.
El 8 de octubre de ese mismo año, Leandro del Valle García, obtuvo su título de Veterinario, gobernando en España Francisco Franco Bahamonde.  Siguió la estela de su hermano mayor, que había llegado previamente a Sevilla, con el General Queipo de Llano, con ocasión de la Guerra Civil española. Había ganado la oposición de Veterinario Titular del Ayuntamiento de Sevilla. Fue Veterinario del Matadero, de la Lonja de Pescados y del Mercado de Entradores de Sevilla. Simultaneó su actividad oficial con el ejercicio libre de la profesión. Fue Veterinario clínico de ganaderías de reses bravas, como la de Joaquín Buendía, El Algabeño, Diego Puertas, Antonio y Enrique Ternero, etc.
Posteriormente, fue funcionario y Veterinario del Instituto Nacional de Colonización de Sevilla y Córdoba, jubilándose en Madrid, como Jefe Nacional  de los Servicios Veterinarios de dicha Institución, ya con el nombre de IRYDA y fue distinguido con la Encomienda al Mérito Agrícola.

En 1971, la nave soviética Mars 3 lograba posarse sobre la superficie de Marte; Nikita Sergueyevich Khruschev, fallecía en Moscú el 11 de septiembre y John Lennon compuso Imagine. Ese mismo año, terminé yo, Miguel del Valle González,  la Licenciatura de Veterinaria; gobernaba aún, Francisco Franco Bahamonde.
Fui un veterinario atípico. Me especialicé en Tecnología de transformación de productos de la pesca y me instalé en Nouadhibou, Mauritania.  Más tarde, gané una plaza de Funcionario del Estado y fui destinado a Santander, como Inspector Provincial de Sanidad Veterinaria.
Luego fui Delegado Territorial del Mº de Sanidad y Seguridad Social de Melilla y volví de nuevo a Santander, como  Director del Mº de Sanidad y Consumo de Cantabria;  Microbiólogo del laboratorio de Sanidad; miembro del Gabinete Técnico del Consejero de Ganadería, Director General de Sanidad y Consumo y Jefe de Servicio de Seguridad Alimentaria de Cantabria.
Además, cubrí varias misiones internacionales con la FAO y la UE. El 28 de Junio del 2013, me jubilé como funcionario público.
Si Mars fue un preludio de su mentalidad viajera, la muerte de Nikita pareció augurar que conmigo acabaría una larga saga de 5 generaciones de Al- báytar primero y de Veterinarios después, sirviendo a España durante 191 años, a lo largo de tres siglos. Ya entrado el Siglo XXI, ninguno de mis tres hijos ha estudiado Veterinaria. Por ello, sólo me queda cerrar con honor y respeto, la trayectoria profesional y humana de mis antepasados y colegas.



8 comentarios:

  1. Me gusta saber cosas de mi familia. Gracias primo

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  2. Gracias Dario,
    Las 5 generaciones de mi familia, hemos cubierto una larga hoja de servicios a la Sanidad Animal y a la Salud Pública.
    Ya jubilado,disfruto de un merecido descanso. He cedido el relevo a nuevos profesionales, que seguirán sirviendo con vocación y eficacia a la sociedad.
    Tu y yo, cubrimos una ilusionante etapa, pero ya somos profesionalmente el pasado. Nos queda la satisfacción del deber cumplido.
    Gracias por tu comentario. Un abrazo

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  3. Sabía algo de la historia de tu familia y tu escrito que he leído con atención lo ha completado.
    Tus hijos han estudiado lo que ellos han querido y para ti también tiene que ser una satisfacción.
    Un abrazo y que el año nos sea fácil de sobrellevar.

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    1. Gracias por el comentario Suso. Mis hijos siguieron su propia vocación y yo respeté su decisión. Es posible que uno de mis nietos quiera ser veterinario. El tiempo lo dirá

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  4. Magnífico artículo. Debes estar muy orgulloso de tal trayectoria ancestral,y de la aportación que tu familia ha aportado a España. Me ha gustado mucho. Enhorabuena, solo decirte que siento que ninguno de tus hijos haya querido continuar con tan noble profesión. Un beso enorme. Enhorabuena.

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    1. Gracias María, por tus palabras, que valoro mucho, siendo tú una reconocida novelista. Si, es un orgullo pertenecer a esta saga de veterinarios. Siempre respeté las vocaciones profesionales de mis hijos, aún a riesgo de que se rompiera la tradición familiar. Si la sexta generación no continuó la tradición, parece que la séptima reanude nuestra historia veterinaria.
      Yo también estoy orgulloso de tus publicaciones Un beso, María

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  5. Me he equivocado al repetir aportar, y no he logrado rectificar. De todos modos ahí te lo dejo.

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