domingo, 11 de enero de 2015

Alianza en el asfalto

Un alto en el camino. Cruce de carreteras en tierras burgalesas. Otoño frío pero luminoso. Viejos restos de colisión. Bocadillo de jamón. Estómago satisfecho. Piernas estiradas. Mente despejada. Ánimo despierto.
Clavé los ojos en un brillo de carretera. Era circular y estaba hundido en el asfalto. Lo arranqué con una llave, lo limpié y comprobé el oro de una promesa.
Ma VICTORIA 6 -8 -93; alianza de matrimonio con asperezas del lado alto en el asfalto. Enigma de origen; misterio de desenlace; historia por saber; curiosidad de vida; ánimo de cerrar un capítulo y devolver un sentimiento a su propietario.
Juzgados, policías, internet,... todo fue inútil. Años después, poseo la alianza que no me pertenece, intrigándome periódicamente su historia.
Sobran conjeturas: amor furioso que rompe amor y tira el símbolo; amor tonto que juega con el aro que huye rodando; amor trágico que muere en ruta, en cruce fatal de asfalto, sangre y jirones.
Desconocido pierde símbolo en cruce de caminos en ignoto día; desconocido que vive o que no respira por polvo eres y en polvo te convertirás. Cónyuge sin nombre, que tal vez compartiera el momento. ¡Quién lo sabe!
Pocos gramos de sufrido oro de destino incierto, me unen a un desconocido mientras me pregunto quién, cómo, dónde y por qué. Proliferan los anuncios comprando oro, pero no vendo este aro, pues lo mantengo, como un símbolo de respeto y unión, a un nombre sin cara; a un sentimiento perdido; a una promesa incierta; a una historia de amor, tal vez, perdida en el tiempo y en el asfalto.
Nunca te conoceré; nunca podré retornar tu símbolo; nunca sabré tu historia, pero siempre mantendrás mi curiosidad y respeto.
Ojalá vivas, seas feliz y hagas feliz a los demás. Pero si acaso la muerte truncó tu vida en aquél cruce de camino, sólo pido que la tierra te haya sido leve y que vueles sobre las praderas del cielo.

12 del 11 del 13.

No hay comentarios:

Publicar un comentario